HORAS DESPUeS...
Los interrogatorios a Silvana, Lyda López y Julio Ramírez dieron el veredicto final, de que ellos no tenían nada que ver con los frascos faltantes de etorfina.
El siguiente es Manolo Quiroga quien tiene mucho por explicar, pues tras revisar las cámaras de seguridad, se pudo evidenciar una grabación del 10 de marzo, donde se le veía salir con varios frascos en mano. Curiosamente esa fecha no coincide con los días en que se usó etorfina para las antes mencionadas operaciones de los tigres y puma, 15 y 8 de abril respectivamente.
Tras presionar mucho al sospechoso, finalmente parecía que soltaría la lengua
- Lamento decirlo pero el delito al cual está siendo culpado lo puede llevar varios años detrás de las rejas. Yo puedo asegurarme de que lo lleven al peor pabellón de todos. ¿Te imaginas Juliana? - dijo Fernando a tono de ironía
- Fernando, es claro que este tipo no duraría ni una semana en ese pabellón - burló Juliana
- Yo…yo…no
- Claro está, si usted colabora…podemos endulzar los oídos del fiscal que trate su caso, o por el contrario podemos ser brutalmente sinceros - amenazó Fernando
- ¡Ya basta! ¡Si, lo hice! ¡Robe esos frascos para venderlos!
- ¿A quién se los vendió? - preguntó cortante Juliana
- No vi su rostro…no puedo identificarlo…solo me contacté con él por internet. Nos quedamos de encontrar en los parqueaderos de Jardín Plaza para entregarle la etorfina
- ¿Cuándo fue eso? - inquirió Fernando
- Una semana después de haber robado los frascos. Era un hombre que parecía tener mucho dinero a juzgar por el Porsche en el que iba
- ¿Cuánto pagó? - preguntó Fernando
- 300.000 pesos por frasco. Le vendí diez
Repentinamente Juliana se levantó de su asiento y se dirigió con afán a salir del cuarto interrogatorio
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- ¿A dónde vas? - preguntó Fernando
- Jardín Plaza. A como dé lugar voy a revisar las cámaras del parqueadero. Si damos con la placa del carro…posiblemente demos con el responsable de estas atrocidades o al menos nos acercaremos a él.